Te aconsejo que nunca le fuerces, porque con esto conseguirás que las odie y deteste la hora de comer. Cuando oiga "Hoy toca verdura", se va a cerrar en banda y va a evitar probar cosas nuevas. Debes ser persistente y seguir ofreciendolas, cambiando la manera de cocinarlas (hervidas, en puré, guisadas, etc) y la presentación. Si consigues romper la barrera visual tendrás un paso ganado y lo siguiente será querer probarlo. Ya sabes que todo lo que sea divertido, le va a llamar más la atención, así que hoy nos vamos a centrar en eso.
Piensa que el plato es un lienzo en blanco y deja volar tu imaginación. ¿Te parece difícil? Pues hay muchísimas maneras de hacer comida divertida, y con este post voy a intentar inspirarte. Para que te sea más fácil conseguir estos ejemplos, tendrás que agenciarte de unos buenos y afilados cuchillos, y de algunos moldes divertidos.
Intenta que todo lo que le pongas en el plato se pueda comer, así convertirás la comida en un juego de "conseguirás comerte esa oreja?", "seguro que no te terminas esa estrella"...
Mariposa con alas de merluza |
Sol de puré de verduras y rayos de judía |
Flor de tomate |
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